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Pododermatitis Plasmocitaria Felina (PPF)

Es una patología dermatológica rara en Gatos, la cual afecta las almohadillas, viéndose 1 a 4 miembros con diversas alteraciones, pudiendo comprometer las almohadillas metatarsianas o digitales, con signos de ablandamiento, hinchazón, sangrado, ulceras, provocando cojera en los miembros más afectados. Su Etiología es desconocida, pero se asocia a un estado de hiperreactividad del sistema inmune, debido a que responde a terapias inmunomoduladoras. Se ha observado una prevalencia levemente mayor en temporada de primavera-verano, en gatos machos castrados, y en Pacientes positivos a Virus de Inmunodeficiencia Felina (FIV). Además, de una asociación con otras enfermedades que cursan con alteración del sistema inmune. 

La Pododermatitis Plasmocitaria Felina (PPF) es una enfermedad dermatológica rara que afecta al gato doméstico, provocando diferentes signos en las almohadillas metatarsianas o digitales(1,7-9).  Su Etiología es desconocida y se sospecha de una hiperreactividad del sistema inmune, puesto que responde a terapias imunomoduladoras, además de verse asociado a diferentes enfermedades que presentan alteraciones del sistema inmune, como lo son: Hipersensibilidad alimentaria (1,5,8), estomatitis plasmocitaria, glomerulonefritis mediada por sistema inmune, amiloidosis renal, dermatitis nasal plasmocitaria, Virus de Inmunodeficiencia Felina (FIV), Virus de la Leucemia Felina (FELV),(1,8,9). De igual forma, se ha visto que el tratamiento quirúrgico es igualmente efectivo, por lo cual su etiología sigue siendo desconocida(8-9).

Adicionalmente, se han evaluado asociaciones con enfermedades infecciosas como lo son Ehrlichia spp, Anaplasma phangocytophilum, Mycoplasma spp, Ricketsia spp, Chlamidofila felis y Bartonella spp, comprobando que no existe asociación con ninguna de ellas.(1,3)

Esta patología, además de verse relacionada a otras enfermedades inmunomediadas, se relaciona con estacionalidad, siendo mayormente observada en época de primavera-verano (1,8), afectando a machos y hembras, con una leve representatividad en machos castrados y en animales domésticos de pelo corto(1,4,9). Por otra parte, no presenta predilección etaria, siendo observada desde los 6 meses a los 12 años de edad(9).

Los principales signos presentados en la consulta son cojera dolorosa, con una infección secundaria moderada, cursando inicialmente con una dermatitis localizada con leve hinchazón, ablandamiento de la almohadilla afectada e hiperqueratosis (Imagen 1), lo cual puede derivar en formación de ulceras, provocando sangrado, infecciones secundarias, abscesos y linfoadenopatía (3,7-9). Incluso, se observa una condición corporal disminuida y sialorrea, principalmente asociado a estomatitis recurrentes (9).

Imagen 1: Paciente con PPF, en los 4 miembros, afectadas principalmente las almohadillas centrales, presentando hiperqueratosis, estrías, ablandamiento e hinchazón. En la clínica, la responsable indica que la paciente, no ocupa caja de arena, probablemente por la molestia en el área. 

El diagnóstico se puede realizar por historia y examen clínico, presentando la signología anteriormente nombrada, en un curso agudo/abrupto (4). Además, se recomienda realizar citología en la cual veremos principalmente células plasmáticas, con o sin linfocitos y neutrófilos asociados(1,4). En la hematología, por otra parte, es frecuente encontrar hipergammaglobulinemia, sin otras alteraciones propias de la enfermedad (5,6). El examen complementario, Gold Estándar para el diagnóstico de esta enfermedad, es la Histopatología, donde observaremos, en lesiones tempranas, una dermatitis linfoplasmocitaria perivascular superficial, y en lesiones más profundas veremos mayoritariamente células plasmáticas, cuerpos de Russel (inclusión en eosinófilos que contienen inmunoglobulinas), neutrófilos, macrófagos y vasculitis (imagen 2), (5,7-9). Con esta información podemos descartas sus principales diagnósticos diferenciales que son el granuloma eosinofílico de la almohadilla, pénfigo foliáceo, vasculitis, toxicosis acetaminofínico, dermatitis de contacto, tumores multicentrico, y depósitos metabólicos. (1,5,6,8)

Imagen 2. Fotomicrografía: La dermis de la almohadilla de la pata está infiltrada por un gran número de células plasmáticas, una cantidad menor de neutrófilos y linfocitos. Muchas células plasmáticas contienen cuerpos citoplásmicos de Russell (flechas). (Hematoxilina y eosina, 20 x) (Little& August ,2016)

Esta alteración, en algunos casos, tiene remisión espontánea, pero en los que no, además del tratamiento médico está disponible el quirúrgico(4,9). El tratamiento médico se basa, en corticoides o ciclosporinas,  viéndose una resolución en 10 a 14 semanas, o el uso de antibiótico como Doxiciclina por su propiedad inmunomoduladora, la cual inhibe: la quimiotaxis de neutrófilos, supresión de la fagocitosis, secreción IL-1 y linfocitos; se recomienda por 1 a 2 meses, o hasta la remisión completa (1,3-5). Además de estas terapias, que son las más utilizadas, se ha documentado la utilización de sales de oro, pero su latencia es de 6-8 semanas, por lo cual se recomienda el uso de Doxiciclina(4, 10).

El pronóstico para estos pacientes varia de bueno a reservado, dependiendo de la respuesta al tratamiento médico, ya que algunos no responden o tienen recaídas, además de haber casos cuya remisión es espontánea (5).

 

Referencias

  1. Alexander Werner, C., & Amanda Zetwo, C. (2017). Feline Plasma Cell PododermatitisCliniciansbrief.com. Retrieved 31 March 2017, from http://www.cliniciansbrief.com/article/feline-plasma-cell-pododermatitis
  2. Bettenay, S., Lappin, M., & Mueller, R. (2007). An Immunohistochemical and Polymerase Chain Reaction Evaluation of Feline Plasmacytic Pododermatitis. Veterinary Pathology44(1), 80-83. http://dx.doi.org/10.1354/vp.44-1-80
  3. Bettenay, S., Mueller, R., Dow, K., & Friend, S. (2003). Prospective study of the treatment of feline plasmacytic pododermatitis with doxycycline. Veterinary Record152(18), 564-566. http://dx.doi.org/10.1136/vr.152.18.564
  4. Bryan, J., & Frank, L. (2010). Food allergy in the catA diagnosis by elimination. Journal Of Feline Medicine & Surgery12(11), 861-866. http://dx.doi.org/10.1016/j.jfms.2010.09.005
  5. De Man, M. (2003). What Is Your Diagnosis?: Plasma cell pododermatitis and plasma cell dermatitis of the nose apex in a cat. Journal Of Feline Medicine & Surgery5(4), 245-247. http://dx.doi.org/10.1016/s1098-612x(03)00043-3
  6. Dias Pereira, P., & Faustino, A. (2003). Feline plasma cell pododermatitis: a study of 8 cases. Veterinary Dermatology14(6), 333-337. http://dx.doi.org/10.1111/j.1365-3164.2003.00350.x
  7. Drolet, R., & Bernard, J. (1984). Plasma Cell Pododermatitis in a Cat. The Canadian Veterinary Journal25(12), 448–449.
  8. Guaguere, E., Prelaud, P., Degorce-Rubiales, F., Muller, A., Hubert, T., & Lebon, S. (2004). FC-23 Feline plasma cell pododermatitis: a retrospective study of 26 cases. Veterinary Dermatology15(s1), 27-27. http://dx.doi.org/10.1111/j.1365-3164.2004.411_23.x
  9. Little, S., & August, J. (2016). August’s Consultations in Feline Internal Medicine (7th ed., pp. 295-297). Ottawa, Ontario, Canada: Elsevier.
  10. Plumb, D. (2008). Plumb’s veterinary drug handbook (7th ed., pp. 103-104/ 453-455/ 918-920). Stockholm, Wis.: PharmaVet.

 

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